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Box 4: Reciclado de plásticos, de la teoría a la práctica

En teoría, casi todos los plásticos podrían reciclarse, pero en la práctica esto no ocurre por falta de tecnologías necesarias, logística y recursos económicos. En la mayoría de los países, los plásticos comúnmente reciclados son el PET y HDPE (Plásticos 1 y 2, respectivamente). En algunos países también se recicla, aunque en menor medida, el LDPE y el PP (Plásticos 4 y 5, respectivamente). La principal razón por la cual no se reciclan todos los plásticos es su rentabilidad. El material reciclado compite directamente en el mercado con el material virgen, cuyo precio depende directamente del precio del petróleo, el cual es altamente variable, y en la actualidad, la producción de plástico reciclado aún no es económicamente rentable [1].

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Por otro lado, aunque hay algunas excepciones de emprendimientos y pruebas piloto de reciclado químico, en la actualidad sólo el reciclado mecánico de los plásticos se produce a gran escala [2]. También es necesario destacar que hoy en día, el reciclado de la mayoría de los plásticos genera productos que son de menor calidad que los productos originales. Este concepto se conoce como “downcycling”, algunos ejemplos incluyen el uso de plástico de empaques o bolsas plásticas, que luego es utilizado para muebles de exterior o baldes o para elementos que no requieran material de alta calidad, ni propiedades que requieran flexibilidad y resistencia. Por el momento, el único tipo de plástico que puede reciclarse y convertirse en material de alta calidad es el PET, aunque muchas veces implica que se inyecte una proporción de material virgen en el producto final.

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Independientemente del tipo de plástico que se quiera reciclar, es necesario que el producto reciclado sea competitivo en términos de precio y calidad. Para que esto ocurra se deben garantizar un buen sistema de recolección, infraestructura y tecnología necesaria para el correcto manejo de residuos. La baja probabilidad de que estos procesos se garanticen, junto con la falta de consciencia en la población, los productores y los gobiernos, hacen que esta problemática sea muy difícil de abordar y ocurra en todo el mundo [3, 4].

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